Yo misma

Aquí, recordando que antes las palabras y la vida eran algo de lo que disfrutaba como espectadora, a pesar que las vivía al mismo tiempo. Esas épocas a las que a veces vuelvo la mirada y da un poco de vértigo. Probarlo todo no sé si era la utopía, en mi cerebro ya había suficiente qué pensar para encauzarlo en una ruta como para elegir tropezar en el mundo como Alicia en el país. Luego pienso que debería entregarme a mi misma en mis propias palabras otra vez. Yo amo, pero también veo lo que hay dentro de mí para mí misma. Antes la verdadera lucha consistía en establecer un reino propio en donde caerse muerta. Ahora la lucha es otra. ¿Dónde encuentro mi nombre propio? Abandonar esa búsqueda me ha permitido ser trabajar y olvidar por completo la poesía. Quién sabe si hice lo que hice solo por subsistencia y no sentir que no tengo control sobre mi sensibilidad. Que pueda escribir esto es suficiente para decir también que esa divergencia conmigo misma está presente. Y mientras no me haga caso a mi misma, seguiré andando torpemente en el mundo. Ya está, ya lo pude decir.

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