Sobre

El camino que caminé no tenía una sed como centro. La sed tenía por si sola una ruta, camino de mí.

Dejando eso de lado, cruzando la pista
acabo de ver un fantasma
y su rostro era conocido.

Pero he vuelto en mí, 
una visión interior
y no quiero huir

dentro de mi calor, el calor de otras personas
las suficientes como para no dormir del todo.

No quiero dormir sin haberme cansado lo suficiente.
No quiero dormir aún.

Comentarios

Entradas populares