Eso

He reevaluado hacer cosas radicales. El solo pensarlo, da entre vergüenza y sospecha de que una está medio fuera de lo previsto. Pero esto de ser radical, da sus frutos. Sí o sí.

Un pensamiento es, por ejemplo, cambiar de nombre. De hecho, ya esto lo tenía en la cabeza años antes.
Otro era: alejarme de mis amigos (de los que, por cierto,ya me siento lejos hace mucho).
Finalmente: Abrazar lo nuevo que ya está abrazado.

El resultado: No lo sé.

Quién sabe, de repente éste es el camino que no lograba ver para este año. Lo cierto, es que no sabré si lo es estando sentada.

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