One of these things first

Me alegra que con el tiempo, el pasado se haya desvanecido. En cierto modo sí, en cierto modo no.

Ahora encuentro un par de problemas: uno de ellos, el trabajo. Antes, la cuestión no era difícil, en principio. Es decir, sólo trabajaba para tener dinero para comprar libros, pagar una habitación y patear una depresión. Esa era mi vida en resumidas cuentas. 

Actualmente, las cosas han cambiado. El resentimiento que tenía sobre mí misma, las cosas que no me perdonaba, inclusive la forma de percibir la felicidad y el trabajo han cambiado en pocos meses. El peso del desamor me agobiaba demasiado, por fin lo abandoné. Ahora pienso que,  percibir las cosas bajo ese manto de dolor es un lujo que los adolescentes y la gente de veintipocos puede permitirse. Claro,  si tiene sus necesidades básicas cubiertas. 

Ahora, que mi gusto por el diseño se ha refinado considerablemente en cuestiones de criterio artístico (inversamente a lo que pasó con mi creatividad escrita), al tiempo que tengo que empezar de cero sobre casi cero hace que me sintiera como una mujer que puede ver paraísos detrás de las rejas materiales que la encierran. Ahora comprendo mejor el orgullo del artista que no quiere trabajar en otra cosa que no fuese creativa. Ya dejé de castigarme, me lavé la cara, pero ahora quiero tener una vida. Por una vez, una vida mía en la que me quiero ganar todo, pagar todo. Estoy seca, ya no tengo lágrimas que desperdiciar. Bien, para qué desanimarse? Hay que hacer las cosas para que existan.

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